En 1922, Spath definió el género Pseudhelicoceras como «muy variable». Esto es debido a que la concha de estos ammonites tiene forma de espiral cónica y su ornamentación puede variar de un tramo a otro.
Además, estas conchas son muy frágiles y lo normal es encontrar solo pequeños fragmentos que pueden dar lugar a que se interpreten como si hubiesen más especies de las que son realmente.
Desarrollan una ornamentación formada por costillas gruesas que presentan de dos a cuatro tubérculos bien desarrollados. Sobre ellos se desarrollan espinas que pueden llegar a ser fuertes.
El par de espinas más expuesto (sobre la pareja de tubérculos intermedios) portan las espinas más desarrolladas y están a ambos lados del sifúnculo. Dichas costillas pueden ser simples o bifurcarse (a veces son fibuladas o irregulares).
Puede haber una o dos costillas finas intercaladas que no desarrollan tubérculos, pero no todos los individuos las poseen ni están en toda la concha de un mismo individuo.
La sección de la concha es ovalada, pero adopta un aspecto angular-poligonal a la altura de los tubérculos. Hay que ser precavido a la hora de identificar estos fósiles puesto que suelen presentarse muy fragmentados y si no se tiene experiencia, algunos fragmentos pueden ser confundidos con Mariella.
Tabla de contenidos
Distribución del género Pseudhelicoceras
De Albiense medio hasta Albiense terminal.
Observaciones
Inicialmente, este género fue incluido en la familia Turrilitidae debido a la forma general de su concha, pero esto puede ser engañoso.
La línea de sutura de los géneros Pseudhelicoceras y Anisoceras es bastante similar. También es común en ambos la existencia de costillas fibuladas.
Por todo esto hay paleontólogos que opinan que Pseudhelicoceras es un tipo de Anisoceras con enrollamiento helicoidal durante todo su desarrollo ontogénico (Scholz 1979). La idea es bastante razonable como se explicará en una futura entrada.
Pseudhelicoceras robertianum (d’Orbigny, 1842)
Posee una concha de forma turriliticónica alta, con 10 – 12 espiras aproximadamente en los ejemplares adultos, donde la anchura del cono puede ser grande y las vueltas no están muy separadas unas de otras.
Otra cosa es que sí aparezcan separadas debido a la compactación de los sedimentos. Hemos podido observar que estos fósiles aparecen como “muelles estirados” si sufren aplastamiento lateral.
Ilustración 1. Dibujo idealizado de Pseudhelicoceras robertianum generado por ordenador. Está basado en una reconstrucción realizada por el paleontólogo suizo F. Pictet en 1857 y la adaptación la ha realizado mi compañero Luis Fernando Real Martín.
La sección de la concha crece lentamente de diámetro, por lo que la forma general es similar a la representada en la Ilustración 1, con un ángulo apical agudo. La sección es redondeada y de forma ovalada.
La ornamentación está formada por costillas gruesas, rectas y oblicuas sobre las que se desarrollan cuatro filas de tubérculos romos. El sifón discurre en la parte más externa, entre la segunda y tercera fila de tubérculos. La fila más baja puede estar muy poco marcada o ausente si el ejemplar está erosionado.
Intercaladas a estas costillas se pueden desarrollar de una a tres costillas muy finas y sin tubérculos. Toda esta ornamentación puede ser muy variable y sufrir cambios muy notables en la cámara de habitación.
Distribución de Pseudhelicoceras robertianum
Ha sido observado en el Cretácico inferior, Albiense superior (Zona de Inflatum). Fue una especie cosmopolita.
Foto 1. Una espira de 45 mm de diámetro vista desde abajo (el vértice de la concha quedaría por detrás). Se observan unas costillas muy tenues fuertemente prosiradiales. Algunas terminan en una fila de tubérculos, pero otras pasan entre ellos. Obsérvese el enorme desarrollo que alcanzan las espinas.
Foto 2. Foto del mismo fósil en vista ventral. Aquí ya se pueden observar que las costillas recias discurren muy inclinadas. Además, sobre ellas se desarrollan cuatro filas de tubérculos. Obsérvese que las espinas que se desarrollan sobre estos no son redondeadas, sino que están aplastadas y giradas respecto la costilla. Entre cada dos costillas recias puede discurrir ninguna, una o dos costillas más finas que no desarrollan tubérculos.
Foto 3. Detalle de las espinas que se desarrollan sobre los tubérculos en el mismo fósil anterior. Están aplanadas y alcanzan gran desarrollo. Llegan a medir más de 10 mm de longitud y casi 2 mm de anchura en su base.
Foto 4. Una espira completa de otro ejemplar. Corresponde a una vuelta intermedia de dimensiones 27 mm de longitud y 19 mm de diámetro máximo. Nótese el enrollamiento helicoidal sin contacto entre espiras. En este ejemplar, las costillas gruesas están poco marcadas y los tubérculos, que aparecen bastante erosionados son redondeados y muy notorios.
Foto 5. Otro fragmento con otros detalles curiosos. las costillas intermedias son muy delgadas y aparecen como un fino estriado. También aparecen costillas fibuladas (con el mismo origen y/o fin). Las fotos 4 y 5 muestran la variabilidad que existe en la ornamentación de P. robertianum.
Ilutración 2. Por último, una recreación realizada por Luis Fernando Real Martín que muestra como pudo ser el animal completo en vida. Por supuesto, la forma del cuerpo del animal es especulativa.
Bibliografía
- R. Young (ed.), A. S. Gale (ed.), R. I. Knight (ed.) and Andrew B. Smith (ed.). 2010. Fossils of the Gault Clay. The Palaeontological Association. 312 pp.
- Marcinowski, R. and Wiedmann, J. 1990. The Albian ammonites of Poland. Palaeontologia Polonica, 50, 1–94.
- Romain Jattiot, Jens Lehmann, Benjamin Latutrie, Pauline Vuarin, Amane Tajika, Emmanuelle Vennin, 2021. Reappraisal of the latest Albian (Mortoniceras fallax Zone) cephalopod fauna from the classical Salazac locality (Gard, southeastern France), Geobios, Volume 64, Pages 1-46.
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