Los ammonites de Madagascar son unos fósiles increíbles en muchos aspectos; ¿cómo se formaron?
Tengo algunas piezas que he ido comprando con el tiempo. Al principio, llaman la atención por su belleza espectacular, pero es que los fósiles cuentan historias si se aprende a “escuchar” con atención y las de estos ammonites son muy buenas.
En esta ocasión quiero detenerme en unos que han sido cortados longitudinalmente y dejan ver el interior cristalizado de diferentes colores. A lo largo de esta entrada vamos a ver a qué es debido y vamos a ver muchas cosas más; empezamos.
Tabla de contenidos
Ammonites con concha
Para empezar, estos ammonites han conservado la concha, cosa que no es frecuente.
Foto 1. Ammonite de Madagascar que ha sido pulido. Aun así, conserva parte de la concha que es de color marrón claro.
Como muchos sabréis, la concha de los ammonites era de carbonato cálcico. Este mineral puede cristalizar de varias maneras diferentes, es decir, los átomos de carbono, oxígeno y calcio se pueden empaquetar de varias formas distintas y esto provoca que tengan propiedades diferentes.
La concha de los ammonites era de aragonito que es carbonato cálcico cristalizado en el sistema ortorrómbico.
El carbonato cálcico también puede cristalizar en el sistema trigonal y da lugar a la calcita.
El hecho de que los átomos de carbonato cálcico se organicen de una manera u otra da lugar a que el mineral tenga unas propiedades determinadas. Así, por ejemplo, el aragonito es inestable a la presión y temperatura ambiente, y es más soluble que la calcita, por lo que desaparece con el transcurso del tiempo.
Pues fijaos lo que pasa en estos fósiles: ¡conservan la concha!
¿Por qué se ha conservado la concha en estos ammonites?
Puede haber ocurrido alguna de estas posibilidades:
- La concha de aragonito puede conservarse si durante la fosilización, alguna sustancia actuó como barrera impidiendo su disolución.
- O puede haber ocurrido que, bajo determinadas condiciones, el aragonito haya recristalizado a calcita que es más estable.
No sé lo que ha ocurrido en estos fósiles, aunque la segunda posibilidad es la más probable; el caso es que como se puede observar, la concha está muy bien conservada.
Se puede ver también que es muy quebradiza y que si han recibido un golpe se desprende, entonces se observa la superficie del molde interno y puede quedar expuesta la línea de sutura, que es la línea de contacto de los tabiques con la pared de la concha. Si queréis saber más sobre este tema podéis ver la entrada «Características de la concha de los ammonoideos».
El interior de la concha
Cuando se observa el interior de la concha apreciamos que es de una belleza espectacular. Podemos encontrarnos con cámaras vacías, o rellenas de diferentes colores, texturas… todo esto ya nos está diciendo que no se formó de una vez sino a lo largo del proceso de fosilización.
Foto 2. Otro ejemplar que muestra una gran variedad de tipos de relleno, fruto de las diferentes etapas que atravesó durante el proceso de fosilización.
Al contemplarlo, muchas cosas me llaman la atención; por ejemplo…
Fragmocono
Lo primero, es que no es una concha completa. Es un fragmocono, es decir, solo tenemos la parte tabicada.
La cámara habitación del ammonite se ha perdido. Esta puede tener un tamaño que va de los 180º a una vuelta completa.
La concha vacía debió quedar sobre el fondo y la agitación del agua la arrastró. Los golpes contra los objetos que hubiera en el entorno hicieron que la cámara habitación se desmantelara.
Podemos ver los tabiques internos que en esta especie son ligeramente curvos apuntando hacia la abertura (convexos). Vemos las cámaras que formaban y que en vida del animal estaban rellenas de agua y gas.
Un detalle importante: fijaos en la parte más alta (externa) de los tabiques; se doblan hacia delante. Es un orificio por donde pasa el sifúnculo o sifón, que es el órgano que estaba encargado del vaciado de las cámaras.
Foto 3. Detalle de los tabiques internos y de los golletes sifonales que forman en la parte más externa de estos.
El sifúnculo tenía una pared mineral porosa para permitir el intercambio de agua y gas a través de él y en el punto por donde atravesaba los tabiques, estos tenían un orificio y unas extensiones que actuaban de soporte de este delicado órgano.
Estos dobleces que se pueden apreciar en el extremo de los tabiques son eso, las extensiones de soporte que se denominan golletes sifonales.
Como curiosidad fijaos como es un nautilus actual. Los orificios están en el centro de las cámaras y los golletes sifonales van hacia el interior de la concha.
Foto 4. Concha de nautilus actual. El sifúnculo atraviesa a los tabiques en la parte media y los golletes sifonales están dirigidos hacia el interior de la concha.
Desde el punto de vista estructural no se aprecia que haya una ventaja en ninguna de estas configuraciones, simplemente son diferencias que hay entre el nautilus y los ammonites.
El relleno de las cámaras de la concha del ammonite
Ahora vamos a centrarnos en las cámaras: inicialmente estaban huecas, pero el fósil las tiene rellenas de calcita. ¿Cómo se han rellenado? La respuesta es “de varias maneras y en diferentes momentos”.
El relleno inicial
Vamos a empezar por las cámaras rellenas de color gris. Mirad el color de la roca matriz que envuelve a estos fósiles: gris tirando a verde oscuro.
Esas cámaras se rellenaron de sedimentos del entorno, pero si estaban cerradas ¿por dónde se rellenaron?
Foto 5. Primeras cámaras del ammonite que aparecen rellenas de lodo gris verdoso.
Pues por el sifúnculo…
Al morir el ammonite, la concha debió permanecer un tiempo en la superficie del fondo marino. Los tejidos blandos se descompusieron y quedó el tubo del sifúnculo al descubierto. Si la pared de este se descomponía en alguna cámara, la agitación del agua hacía que penetraran las partículas y se depositaran en su interior.
En esta concha eso ocurrió en algunas cámaras. Si quieres saber más sobre este proceso puedes ver la entrada ¿Cómo se forma un molde interno de ammonite?
La recristalización del aragonito
Allí donde la pared del sifúnculo aguantó, las cámaras quedaron huecas. La concha del ammonite terminó por quedar tapada por sedimentos y comenzó el proceso de fosilización.
En una etapa temprana de la litificación del sedimento se produjo la disolución del aragonito que recristalizo en forma de calcita.
El aragonito se transforma en calcita y parte de esta precipita en las cavidades formando un tapizado del interior de la concha que es esta capa amarillenta que recubre todo el interior de esta.
Vemos que en las cámaras que se rellenaron de sedimento no hubo esta cristalización; ¡normal, estas cámaras ya estaban rellenas!
Ese tapizado se produjo en todos los huecos. A veces, si la cámara era pequeña se rellenaba completamente con este carbonato cálcico amarillento, pero lo más común es que sea un recubrimiento de unos pocos milímetros formado por cristales de calcita de pequeño tamaño.
Foto 6. El segundo ejemplar de ammonite ha conservado algunas cámaras vacías. Solo tienen el tapizado interior de carbonato cálcico que se formó durante la recristalización del aragonito al principio del proceso de fosilización.
El relleno de cavidades
Prosigue la sedimentación en el fondo marino y cuando se acumula gran cantidad de sedimentos, las capas inferiores que aún no están litificadas empiezan a compactarse debido a la presión a la que están sometidas.
Los huecos entre los granos de material se reducen y todos los líquidos son expulsados. Arrastran gran cantidad de sustancias solubles como, por ejemplo, carbonatos.
Estos pueden precipitar en cualquier espacio que quede, como son los espacios entre los granos de la materia o los huecos que hubiere en el interior de los fósiles que hay intercalados. Durante esta fase se produce la litificación de los sedimentos, es decir, estos se endurecen y calcifican.
En esta etapa tardía de la litificación es cuando se puede producir el relleno de las oquedades y en el caso de los ammonites, las cámaras que todavía quedaran vacías pueden ser rellenadas por grandes cristales de calcita.
Esta recibe el nombre de calcita espárica o esparita. En nuestro fósil es la calcita blanca que rellena la mayor parte de las cámaras.
Allí donde no entró suficiente calcita puede quedar algún pequeño hueco en el interior, y si las cámaras no tenían fisuras, puede ocurrir que una buena parte del fósil quede hueco. Todo dependerá de las condiciones que hubiera en el entorno.
Foto 7. En una etapa tardía de la fosildiagénesis se rellenas las cavidades del sedimento. Si por cualquier fisura penetra el líquido, se produce la precipitación del carbonato cálcico y se forma caliza espárica o esparita. Son los cristales grandes de color blanco que colmatan la mayoría de las cámaras.
Pasa el tiempo y millones de años después, el fósil es desenterrado y ha llegado a nuestras manos donde podemos admirar y comprender algunos de los procesos que ha sufrido en su ya larga historia.
Al final de esta entrada os dejo la bibliografía que he consultado. También en la entrada “Procesos de fosilización y tipos de fósiles” hay una lista de bibliografía. Os recomiendo los trabajos de Sixto Fernández López que es una auténtica autoridad en la materia.
Consejos sobre los ammonites de Madagascar
Y otra cosa; he leído un montón de tonterías sobre estos fósiles; que si son de cuarzo, que si son de ópalo o tienen reflejos «opalizados». Esto último lo he leído en algunas WEB de venta de fósiles probablemente con la intención de justificar los precios que luego piden.
Todo esto es falso; completamente falso. El carbonato cálcico puede presentar iridiscencia, esto es, reflejar la luz en tonos diferentes dependiendo del ángulo desde el que se observa el objeto.
Es un fenómeno común en la concha de los moluscos, pero nada tiene que ver con la opalescencia.
Estos ammonites de Madagascar son fósiles muy bellos de carbonato cálcico y nada más, que “no os vendan la moto”.
Vídeo resumen sobre los ammonites de Madagascar cortados longitudinalmente y lo que nos enseñan
Bibliografía:
- Fernández-López, Sixto. (1985). Criterios elementales de reelaboración tafonómica en ammonites de la Cordillera Ibérica. Acta Geológica Hispánica. 19. 105-116.
- Gómez-Villalba, L. & López-Arce, Paula & Álvarez de Buergo, Mónica & Fort, R. (2012). Atomic Defects and Their Relationship to Aragonite−Calcite Transformation in Portlandite Nanocrystal Carbonation. Crystal Growth & Design. 12. 4844-4852. 10.1021/cg300628m.
- Müller, A.H. (1979). Fossilization (Taphonomy). In (Robinson, R.A. & Teichert, C., eds.), Treatise on lnvertebrate Paleontology, Part A, Introduction. Boulder, Colorado: Geological Society of America and University of Kansas Press, pp. A2-A78
- Pardo, Alfonso. (1996). Fósiles y fosilización: procesos y resultados de la larga historia subterránea. Boletín SEA. 16. 31-42.
- https://www.ugr.es/~agcasco/msecgeol/secciones/petro/pet_sed.htm
Página WEB de la Universidad de Granada, consulta realizada el 13 de diciembre de 2023.
Muy buen artículo e interesantísimo el video, lo estaba viendo al mismo tiempo que observaba mis ejemplares seccionados de Madagascar y tal cual lo describes, y detalles que ni me había fijado.
Enhorabuena y un saludo Pablo.
Gracias Biviano,
Si resulta útil, esa es la mejor recompensa. Un saludo compañero
Hola Pablo, excelente artículo, muchas gracias.
Un saludo.
Eduardo.
Muchas gracias Eduardo,
Me alegro que te haya gustado.
Un saludo
Buenos días, Pablo,
En alguna ocasión me has ayudado con información muy interesante en el Foro Nautilus sobre algún ammonite encontrado en las paredes.
He ido saltando de post en post y no dejo de maravillarme por tu conocimiento y por tu capacidad de acercar un conocimiento complejo a personas, como es mi caso, cuyo conocimiento en este campo es limitado.
Gracias
Gracias Hilario,
Me alegro de que el blog te guste y sea de utilidad. A mi también me gusta aprender, comentar aquello que me llama la atención y divulgar las fuentes, que a veces están en otro idioma o no es fácil dar con ellas.
Un saludo