¿Cómo se identifican los belemnites? No es una tarea sencilla, pero en esta entrada vamos a presentar los rasgos que debemos observar para hacerlo posible. Para familiarizarse con la anatomía de estos antiguos cefalópodos recomendamos consultar la entrada ¿Qué son los belemnites?
En general, estos fósiles no son fáciles de identificar debido a que aparentemente no hay grandes diferencias anatómicas de unas a otras especies. Esto puede hacerlos poco atractivos, pero la observación detallada de los rostros y del entorno donde se encuentran, permite la clasificación.
Otro aspecto problemático es que existe poca bibliografía sobre ellos.
A continuación, vamos a comentar los detalles anatómicos que se utilizan para identificar las distintas especies.
Para que el intento de identificación llegue a buen término es muy importante conocer el estrato donde se halla el fósil (su edad), por lo que hay que prestar suma atención a la fauna que aparece asociada a estos fósiles (ammonoideos, sobre todo).
Terminología y morfología de los rostros de belemnites
Puesto que el rostro es la parte dura del esqueleto que suele conservarse, es la parte que suele utilizarse para la clasificación.
Antes de proseguir es necesario explicar cual es su zona ventral, puesto que en numerosos casos se toma como referencia.
Si pudiéramos dar un corte a un belemnite vivo que estuviese en posición horizontal veríamos que bajo el rostro discurre la artería principal. Esta es la zona ventral y es frecuente que el rostro presente aquí un surco o un área aplanada (véase la Figura 1)
Figura 1. Corte de un belemnite vivo. La arteria principal del animal estaba situada debajo del rostro que es la zona rayada, de modo que es frecuente que este presente una acanaladura o aplanamiento en esta área. Modificado por Pablo Antonio García Expósito a partir de un dibujo de P. Doyle
Los caracteres más importantes del rostro son los siguientes y se han resumido en la Figura 2:
- La forma. Hay tres tipos de formas básicas que son cónica, cilíndrica y claviforme o hastado.
- La sección del rostro cuando se realiza un corte transversal. Puede ser deprimida (cuando está aplastada en sentido dorso-ventral), comprimida (cuando está aplastada en sentido lateral), circular, subcuadrada o piriforme.
- Los surcos son de gran importancia en el reconocimiento, así como su posición (hacia el extremo puntiagudo o hacia la zona del alveolo).
- Otras, como puede ser la longitud del alveolo, el ángulo que forma, la forma de la línea apical que es el eje a partir del cual ensancha el rostro. Todos estos caracteres son visibles cuando se hace una sección longitudinal.
Figura 2. Resumen de los rasgos más comunes utilizados para identificar un belemnite. Se recurre a tomar unas series de medidas como es el diámetro en diversos puntos del rostro, así como la longitud total, la del alveolo, etc. La vista lateral se realiza cortando longitudinalmente el rostro. Llaman la atención varias cosas:
- Que el alveolo puede estar desplazado hacia la zona ventral.
- Que existe un eje a partir de la cual el rostro va creciendo en anchura y que tiene una posición y forma variable.
Dibujo original de Peter Doyle modificado por Pablo Antonio García Expósito.
En el pasado se utilizaba un término denominado “epirostro”. En algunos belemnites se ha comprobado que el rostro presenta dos partes bien diferenciadas; el “ortorostro” que sería el rostro normal del belemnites, y el “epirostro” que es una extensión del extremo. Hoy se interpreta esto como una diferenciación sexual dentro de una misma especie y, por tanto, no tiene valor a la hora de distinguir entre especies.
Foto 1. Belemnite del Jurásico inferior (Toarciense) de Guadalajara donde se aprecia que el rostro esta formado por dos partes distintas. A la izquierda se tiene una forma cónica “normal”, pero en el centro hay un estrechamiento repentino y a partir de ese punto se desarrolla una parte cilíndrica que da paso a la parte cónica de la punta. Hoy en día se piensa que ese alargamiento cilíndrico “extra” es un carácter que se desarrolla debido al dimorfismo sexual de la especie. Este ejemplar mide 78 mm. Fotografía de José Manuel Velasco Pérez.
Agradecimientos
Estoy profundamente agradecido a la profesora Doña Mª José Comas Rengifo de la Facultad de Ciencias Geológicas de Madrid que me permitió consultar la bibliografía necesaria para realizar este trabajo.
Bibliografía
- Cariou Elie and Hantzpergue Pierre. (1997). Biostratigraphie Du Jurassique Ouest-Européen Et Méditerranéen. Groupe Français D´étude Du Jurassique, pp 157-167.
- Doyle Peter. (1990). The British Toarcian (lower Jurassic) Belemnites (Part I and II). The Palaeontographical Society, London.
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